Antonio Camacho Benítez nace en Málaga el 24 de mayo de 1892. Ingresó en la Academia de Intendencia en 1910 y, promovido a alférez tres años más tarde, se incorporó a las fuerzas de Marruecos donde prestó servicio hasta 1920 en que pasó a la Aviación Militar formando parte de la promoción de cien pilotos, convocada por el general Echagüe entre oficiales del Ejército.
Tras realizar el correspondiente curso en Cuatro Vientos, y recién ascendido a capitán, fue destinado en 1922 al 4° Grupo de Escuadrillas de Melilla, y encuadrado en la 3ª, de aviones De Havilland DH9A «Napier», mandada por el capitán Sáenz de Buruaga. Con ella participó en la «campaña de desquite» para recuperar la línea perdida en la retirada del verano anterior. Combatió en la llanada de Tafersit en mayo de 1923, y aquel mismo mes realizó abastecimientos a las cercadas posiciones de Tizzi Assa y Tizzi Alma. Tres meses más tarde, cuando la posición de Tifarauín quedó cercada, estuvo entre los aviadores que, derrochando bravura, lograron mantener abastecida a la posición a costa de cuatro aviadores muertos y tres heridos.
En el otoño de 1924, pocas semanas después de iniciada en la línea del Lau la ofensiva enemiga que levantaría en armas a los indígenas de la zona ocupada, las guarniciones de aquéllas que no fuera fundamental defender, fueron recogidas y evacuadas, manteniendo la Aviación abastecidos a los puestos sitiados.
El 10 de octubre, el capitán Camacho, pilotando un Havilland DH9, y llevando como observador al teniente Rodríguez Díaz «Cucufate», llevaba a cabo una misión de abastecimiento a la posición de Ain Rapta, en la zona de Xauen. El avión, cogido de lleno por el fuego cruzado de los certeros tiradores moros, recibió varios impactos que hirieron a Camacho y causaron averías graves en el motor. El piloto, luego de arrojar sobre la posición los bultos que quedaban, trató de regresar al aeródromo, pero no funcionando con regularidad el motor, iba perdiendo altura, y al llegar al puesto de Teffer, aunque se hallaba sitiado y con los moros muy próximos a la posición, tomó tierra y empotró al De Havilland en la alambrada, refugiándose ambos aviadores en aquélla, donde fueron atendidas las heridas del piloto, participando en su defensa hasta el 11 de noviembre en que fueron evacuados por una columna que, en retirada, se abría paso hacia Mexerach. El capitán Camacho recibiría la Medalla Militar, por esta acción, y, propuesto para el ascenso por méritos de guerra, ascendería a comandante en 1925.
Tomó parte el capitán Camacho, ya al mando de la escuadrilla, en los violentos combates para levantar el cerco de Sidi Messaud donde los aviadores se tuvieron que emplear a fondo para, además de mantener abastecida a la posición, sacar de sus posiciones a un enemigo correoso y tenaz que se oponía al avance de las columnas. El capitán Camacho Benítez fue citado como«Distinguido» en la orden del Ejército de África, por su actuación en esta acción.
Tomó parte muy activamente en las operaciones de desembarco en la bahía de Alhucemas, en septiembre de 1925, y en los subsiguientes avances que dieron como resultado la ocupación de la belicosa kabila de Beni Urriaguel. En los primeros meses del año siguiente realizó frecuentes servicios en el frente de Alhucemas, con bombardeos sobre el valle del Nekor, Ifermín y Sidi Dris, en acciones de castigo y preparación de las operaciones que se iniciarían en la primavera.
Ascendió a teniente coronel, de nuevo por méritos de guerra, en 1926, y aquel año fue nombrado Gentilhombre de Cámara de Su Majestad. Recibió el mando del Grupo de Hidros n 10, de Los Alcázares, en 1929, y un año más tarde causó baja en Aviación por haber tomado parte en la sublevación de Cuatro Vientos contra la Monarquía. Al proclamarse la República en España, fue nombrado Jefe de la Aviación de Marruecos, y en 1932 estuvo interinamente al frente de la Jefatura de Aviación, con gran satisfacción del personal de las Fuerzas Aéreas por su buena gestión.
En 1933 recibió el mando de la 1ª Escuadra, y al frente de ella participó en octubre de 1934 en las operaciones para someter a los revolucionarios de Asturias, recibiendo la Escuadra la Medalla Militar colectiva cuya corbata le fue impuesta a la bandera de aquélla, en un solemne acto castrense, presidido por el Jefe del Estado, celebrado en la Plaza de la Armería del Palacio de Oriente, el 14 de abril de 1935, en el que recibirían la Medalla Militar Individual dos oficiales y un soldado de la Escuadra.
Antonio Camacho, ferviente republicano, se mantuvo fiel al Gobierno en julio de 1936, siendo nombrado Subsecretario del Aire en el gobierno de Largo Caballero; magnífico organizador, unificó las Aviaciones, Militar, Naval y Civil, creó escuelas y talleres y formó ocho Regiones Aéreas. En la reunión de Los Llanos, en febrero de 1939, el general Camacho, jefe, a la sazón, de las Fuerzas Aéreas del Centro, se manifestó opuesto a continuar la guerra, y unos días más tarde apoyó al coronel Casado en su golpe de estado contra los comunistas, dirigido a lograr la paz. Acabada la guerra se exilió en Londres, pasando luego a Méjico donde moriría en 1975.
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