Hijo de Luis Collar Moraga, Teniente de Caballería y de Margarita Sierra Capalleras, Joaquín Collar nace en Figueras, Gerona, el 25 de noviembre de 1906. En el año 1921 ingresó en la Academia de Caballería, ascendió a alférez en junio de 1924. Intervino, con el escuadrón expedicionario del Regimiento de cazadores Alfonso XIII, en diversas operaciones en Marruecos en el sector de Larache durante los años 1925 y 1926. En 1926 se le cita como muy distinguido y se le concedió la medalla de Marruecos con pasador de Larache, D.O. núm. 185. En el año 1927, ya como teniente, fue nombrado alumno del curso de oficiales aviadores. Se incorpora a Cuatro Vientos y después a Los Alcázares. Obtuvo el título de Observador de Aeroplano el 15 de julio de 1927. Fue destinado como observador al grupo Potez-Napier en Melilla, en cuya unidad realizó ininterrumpidamente vuelos de reconocimiento, fotográficos de protección de convoyes y de bombardeo. En febrero de 1928 pasó a la escuadrilla de Cabo Juby, donde permaneció hasta el mes de agosto en que se incorpora a la escuela elemental de Alcalá de Henares para seguir el curso de piloto. Realizó la transformación en Guadalajara, las prácticas en Burgos y el 4 de junio de 1929 se le concedió el título de piloto.
En octubre de 1929 se le destinó a la escuadrilla del Sáhara, y permaneció en este territorio hasta el mes de noviembre de 1930 en que pasó a la escuadrilla de experimentación en Cuatro Vientos. Su interés en los entrenamientos y el estar siempre dispuesto a realizar cuantos vuelos se presentaran, le convirtió en uno de los mas expertos y seguros pilotos.
En diciembre de 1930, quedó disponible gubernativo por procesado, debido a su participación en la sublevación de Cuatro Vientos, siendo dado de baja en el Ejército en febrero de 1931. Exiliado en Portugal y Francia, volvió a España al proclamarse la República, siendo repuesto en su anterior empleo. Como compensación se el ofrecio ser piloto del «Cuatro Vientos», aparte de ser considerado como uno de los pilotos más hábiles del momento y ser solicitado para ello por Mariano Barberán.
Con el navegante Capitán Mariano Barberán, realizó la proeza en junio de 1933, a bordo del Breguet XIX Cuatro Vientos. El tercer componente del equipo, el sargento mecánico de aviación Modesto Madariaga viajó a Cuba en barco para atender allí el mantenimiento del aparato. Despegaron el 10 de Junio de 1933 desde el Aeródromo de Tablada en Sevilla. Llegaron 39 horas y 55 minutos después a Camagüey, en Cuba, donde fueron recibidos como auténticos héroes. El sargento Madariaga revisó en Cuba el avión hallando una grieta en el depósito de combustible, que reparó. Una vez que el avión estuvo listo, comenzaron la segunda parte del viaje, mucho más fácil a simple vista que la primera parte. El 20 de junio de 1933 reanudaron el vuelo con dirección a México, pero en esta etapa el avión se pierde y nunca más se encontró nada de la aeronave o sus tripulantes. En este tramo del vuelo, entre Camagüey y Ciudad de México, se desató una fuerte tormenta que pudo provocar que se perdiera el rastro del Cuatro Vientos. El último punto en el que se registró el paso del avión fue el aeródromo de Villa Hermosa, a las 11:30 horas local del 20 de junio de 1933.
De Collar, un aviador cubano dijo «Era de carácter jovial, siempre risueño… Le gustaban más los deportes que las cosas protocolarias. Muy sencillo y valiente».
Tras su desaparición con el Breguet «Cuatro Vientos», le fue concedida la Medalla Aérea.
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