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Modesto Madariaga Almendros Uriarte y Serrano, nació el 12 de enero de 1904 en Corral de Almaguer provincia de Toledo. Cuando ingresó en la Escuela de Mecánicos de Cuatro Vientos en julio de 1924, tenía el oficio de ajustador mecánico. Obtuvo su título en mayo de 1925, fue destinado a Getafe, y después a la Base de Hidros de Atalayón, donde efectuó vuelos de reconocimiento y bombardeo hasta junio de 1926.

En uno de los vuelos en Dornier Wal, que pilotaba el teniente Gomá se bombardeó la Alcazaba de Serrada, donde lanzó cincuenta bombas, en ella se había refugiado el jefe de la rebelión rifeña Abd el Krim. Esta acción precipitó la huida de éste a la zona francesa y su rendición. En este destino realizaba numerosos vuelos con Ramón Franco, lo que permitió un conocimiento mutuo que más tarde tendría suma importancia.

Fue seleccionado como mecánico de uno de los Dornier Wal que formaron la Patrulla Atlántida, que realizaría con éxito el vuelo Melilla – Santa Isabel. Madariaga voló en el Dornier Wal nº 7 bautizado como “Andalucía” con los capitanes Niceto Rubio, piloto e Ignacio Jiménez Martín, navegante y piloto, y Antonio Cañete, ingeniero de mantenimiento.

En 1927 le destinaron al Aeródromo de Cuatro Vientos, después de veintiocho meses en África. La experiencia adquirida en el vuelo a Guinea motivó que, tras el primer intento del vuelo del Numancia , que con Ramón Franco, Eduardo González Gallarza y Julio Ruiz de Alda intentaba dar la vuelta al mundo, ante la enfermedad del mecánico seleccionado, Pablo Rada, Franco propusiera a Madariaga para ocupar el puesto de mecánico en la tripulación del segundo vuelo del Numancia. Este segundo vuelo se inició, despegando desde Los Alcázares, el 21 de junio de 1929, en dirección a Nueva York para intentar batir el récord de distancia en hidroavión. Un fuerte viento le desvió de la ruta hacia Las Azores y obligó a amerizar en el Atlántico por falta de gasolina. Fueron dados por desaparecidos hasta que, el día 29, fueron avistados y rescatados por el buque inglés “Eagle”. En España fueron recibidos entusiásticamente.

Madariaga era un excelente mecánico, con la experiencia de haber participado en dos grandes vuelos; hombre serio y dedicado con entusiasmo a su tarea, aportó gran ayuda, a las órdenes directas del capitán Mariano Barberán, en la preparación del avión Breguet XIX “Cuatro Vientos” con el que Barberán y Collar harían, en junio de 1933, el histórico vuelo a Cuba y que desaparecería en la etapa La Habana – México. Desplazado Madariaga a La Habana, reparó la fuga de gasolina detectada y preparó el avión para la última etapa.

La guerra civil le sorprendió en Madrid poco antes de emprender las vacaciones con su familia, que estaba en San Sebastián, permaneciendo en Cuatro Vientos para defender a la República. Por ello, cuando acabó la guerra fue condenado a 30 años. Después de cumplir condena en varios penales en 1941 se le concedió la libertad vigilada aparejada a un destierro de más de 400 Km de Madrid, por lo que va a vivir a San Sebastián con su familia.

En esos años, Modesto Madariaga, trabajó para varias empresas de mecánica e intentó ingresar en la compañía Iberia sin conseguirlo. Emigró a la Argentina en febrero de 1949 seguido algunos  meses después por su familia. Allí vivió hasta su fallecimiento el 1 de junio de 1974.